Otro año que acaba. Hemos tenido revelaciones divinas de la mano de Wikileaks, crisis de deuda pública (nunca el diferencial con el bono alemán nos había preocupado tanto), recortes sociales varios, Facebook nos sigue dominando cual GH, canal que por cierto sustituye a CNN + (fracaso para el periodismo y éxito para Don Vasile, que tendrá más spazio para su carnaza). 2011 no pinta mucho mejor.
En cuanto a mí, no me quejo:
He hecho viajes interesantes: En abril me invitaban a La Rioja a una cata de vinos digna de "Entre Copas", en agosto visité Barcelona, en noviembre me remojé por primera vez en un spa y el resto del año he acabado memorizando el aeropuerto de Barajas.
También en agosto iba a ver a Mark Knopfler, que interpretó para mi felicidad algunos de los grandes éxitos de Dire Straits.
El trabajo avanza, poco a poco (lo cual es importante y me encanta), en parte gracias a TI, que me apoyas y me alientas cuando las cosas vienen al revés. Paralelamente, y debido precisamente a la nueva actividad freelance, este 2010 creo que he conocido a más gente junta que en todos mis 29 años anteriores. He hecho un ejercicio de socialización y vencimiento de la timidez que ni yo misma me lo creo. Nunca pensé que el mundo pudiera estar tan lleno de personas interesantes, talentosas y emprendedoras. Ahí fuera existe un gran microcosmos de gente con ganas de trabajar y seguir adelante a pesar de la tormenta perfecta en la que vivimos.
Y lo peor, ocurrió el 12 de agosto, que me quedé huérfana de abuelos paternos. En estas fechas se echan más en falta que nunca...
Os deseo un 2011 en el que no os falte nada (bueno) y os acompaño en la transición con una canción de MGMT.
En cuanto a mí, no me quejo:
He hecho viajes interesantes: En abril me invitaban a La Rioja a una cata de vinos digna de "Entre Copas", en agosto visité Barcelona, en noviembre me remojé por primera vez en un spa y el resto del año he acabado memorizando el aeropuerto de Barajas.
También en agosto iba a ver a Mark Knopfler, que interpretó para mi felicidad algunos de los grandes éxitos de Dire Straits.
El trabajo avanza, poco a poco (lo cual es importante y me encanta), en parte gracias a TI, que me apoyas y me alientas cuando las cosas vienen al revés. Paralelamente, y debido precisamente a la nueva actividad freelance, este 2010 creo que he conocido a más gente junta que en todos mis 29 años anteriores. He hecho un ejercicio de socialización y vencimiento de la timidez que ni yo misma me lo creo. Nunca pensé que el mundo pudiera estar tan lleno de personas interesantes, talentosas y emprendedoras. Ahí fuera existe un gran microcosmos de gente con ganas de trabajar y seguir adelante a pesar de la tormenta perfecta en la que vivimos.
Y lo peor, ocurrió el 12 de agosto, que me quedé huérfana de abuelos paternos. En estas fechas se echan más en falta que nunca...
Os deseo un 2011 en el que no os falte nada (bueno) y os acompaño en la transición con una canción de MGMT.